Con unos
8 millones de habitantes, es la capital
más grande de Europa. Marcada por el
incendio de 1666 y futura sede de las
Olimpiadas de 2012, esta ciudad posee una importante historia y alberga grandes acontecimientos. Hoy os traemos un cuaderno de viaje sobre
Londres. ¡En marcha!
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¿Cómo llegar hasta allí?
Gracias al vuelo de nuestro gran amigo Ryanair que conecta Valladolid con la capital londinense, por entre 5 y 50 euros podemos escaparnos al centro neurálgico de Inglaterra. En realidad, el avión aterriza en Stansted, a unos 50 km de la ciudad. Pero no os preocupéis, para ello están los autobuses de National Express y Terravision que por unos 14 euros ida y vuelta nos llevan del aeropuerto al centro de Londres, y viceversa.
Una vez allí, lo más recomendable es acercarse a una de las muchas bocas del metro más antiguo del mundo. El famoso underground lleva en funcionamiento desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, y nos ofrece la posibilidad de comprar la tarjeta Oyster y cargarla, por ejemplo, con unos 30 pounds, lo que nos ofrecerá viajes ilimitados en metro y bus durante una semana.
• Londres en números
En el año 43, la ciudad fue fundada por los romanos con el nombre de Londinium. Hoy en día, de los más de 8 millones de habitantes que hay en la capital, solo 2/3 son londinenses. Un 30% de la población es extranjera, concentrándose allí una mezcla de razas, culturas y lenguas solo comparable con otras grandes urbes como NY. Como dato curioso, en Londres se hablan hasta 300 lenguas.
Son 5 los aeropuertos de la ciudad, y Heatrow tiene el mayor tráfico internacional por volumen de pasajeros de Europa.
La economía de Londres genera aproximadamente el 19% del Producto Interior Bruto del Reino Unido. Y en torno al 80% de la población empleada en el Gran Londres trabaja en el sector servicios.
El río Támesis, que divide la ciudad en dos, tiene una longitud de 340 km. Y la temperatura media anual de Londres es de unos 10 grados.
• Zonas imprescindibles
Central London
La "City" es el principal distrito financiero del Reino Unido y uno de los más importantes del mundo. Este área presenta contrastes: tiene torres tan distintas como la Tower of London o The Gherkin (el “pepinillo”). Desde emblemas medievales a importantes edificios de arquitectura moderna.
La torre de Londres, (que en realidad son 4 aunque se llame así), es una edificación fortificada de origen medieval. En su interior alberga grandes reliquias, entre ellas la Corona de San Eduardo, y los famosos “Beefeaters” se encuentran aquí. Al lado y en su honor está el puente de la Torre, London Bridge, que es el más conocido de la ciudad.

Vista del London Bridge y el City Hall. Foto: Yaiza Martín
La segunda torre fue creada por Norman Foster y es el edificio de la compañía Swiss Re. Nos resulta familiar ya que representa a las últimas vanguardias arquitectónicas londinenses y además se parece mucho a la Torre Agbar de Barcelona, que también tiene un pseudónimo aunque un poco más vulgar: el pene de Barcelona.
Otros edificios emblemáticos son la Catedral de San Pablo, con la cúpula más grande después de la del Vaticano o The Monument, creado después del incendio de 1666.
Resulta anecdótico que en Central London viven unos 7.000 habitantes, pero la cifra aumenta hasta 300.000 en la jornada laboral.
West End
Si buscas bullicio, este es el sitio de ocio londinense por excelencia. El punto de partida es la famosa Trafalgar Square, donde el almirante Nelson desde lo alto de su columna vigila a todos aquellos que estén en la plaza, ya sean mimos, bailarines callejeros, protestantes de una manifestación o viandantes que se paran a comer.
El edificio principal de la plaza es la National Gallery, de la que os hablaremos después. Dejando atrás Trafalgar y yendo paralelos a la iglesia de Saint Martin in the Fields, algo así como San Martín en los campos, llegamos al Soho, ocupado en su mayoría por las tiendas y restaurantes orientales que conforman ChinaTown. Teatros, cines y pubs se instalan en las calles que conducen a otra plaza imprescindible: Picadilly Circus, donde las luces de los anuncios de Sony, TDK o Coca Cola forman una estampa mundialmente conocida.
Westminster
Y como no, no podemos obviar el edificio más típico de Londres: el palacio de Westminster o La Casa del Parlamento. La torre principal se denomina Big Ben, aunque realmente este es el nombre de la campana del reloj, un reloj que en su día fue el más grande del mundo.

Big Ben. Foto: Yaiza Martín
Las mejores vistas de este edificio se consiguen montando en la noria
London Eye.Y para finalizar, cabe citar la
Abadía de Westminster, donde están enterrados personajes célebres tales como
Charles Darwin o William Shakespeare.•
Museos por doquierCaracterística importante de varias capitales europeas es ofrecer una cantidad ingente de cultura a precio 0.
Para empezar tenemos el expolio cultural más importante del planeta: el
British Museum contiene más de
7 millones de objetos procedentes de todo el mundo, lo que supone casi un objeto por habitante. Desde las momias egipcias, pasando por importantes esculturas griegas, estampas japonesas u obras de arte contemporáneo africano. Un museo que requiere varias horas de visita.
En el campo artístico, destaca la
National Gallery, con cuadros tan importantes como uno de los muchos
girasoles de Van Gogh, o
“La Venus del Espejo” de Velázquez. También hay obras de
Claude Monet, Rembrandt, Edgar Dégas o Caravaggio. Una visita que será una joya para los amantes del arte.
Justo al lado, está la
National Portrait Gallery, que reúne retratos de celebridades inglesas desde el año 1200 hasta la actualidad. También hay exposiciones temporales de fotografía.
Pensando sobre todo en los niños y ubicado en un gran edificio de estilo gótico, está el
Museum of Natural History. Lo más llamativo de este recinto son las reconstrucciones de
dinosaurios a partir de huesos reales, además de una gran secuoya con más de 1000 años de antigüedad, gran cantidad de fósiles, todo tipo de aves disecadas, etc. Al ser un museo interactivo y con un gran atractivo suscita un gran interés en el visitante.
Y para finalizar, es muy recomendable acudir a la
TATE Modern, museo de arte contemporáneo ubicado en una antigua central eléctrica. El edificio se ve desde varios puntos de la ciudad ya que posee una alta torre que lo caracteriza. Nada más entrar está la
Turbine Hall, lo que era la antigua sala de turbinas de la central que ahora es una entrada de
30 metros de alto y 150 de largo. Ya en las salas del museo, podemos ver obras de
Roy Lichenstein o Andy Warhol, las cual nos resultarán muy familiares, u obras surrealistas de
Francis Picabia, Salvador Dalí, etc. La escultura de
"El beso" de
Rodin nos sorprende al llegar a una de las salas, y el expresionismo abstracto de
Mark Rothko o Jackson Pollock nos dejarán perplejos por unos instantes. Para finalizar, un sinfín de postales, libros y curiosidades nos esperan en la tienda principal.
• Take a break.
Después de una jornada intensa, qué mejor que parar para comer, eso sí, a sabiendas de que la gastronomía no es la especialidad de los londinenses. Lo más típico es acercarse a uno de los múltiples restaurantes de comida rápida y pagar unos pocos pounds por una hamburguesa, pizza, bandeja de sushi, etc. Si todavía queremos economizar más el viaje, lo más recomendable es ir a un supermercado TESCO o Sainsbury´s, donde la fruta viene ya partida y los sándwichs se venden a tutiplén. Todo ello acompañado de patatas fritas y refresco. ¡Todo un placer del arte culinario vaya!
• Green London
Y después de llenar el estómago, podemos reposar en uno de los muchos parques que hay en la ciudad. El más conocido es Hyde Park y se compara con el Central Park neoyorkino. Lo atraviesa un lago donde podemos ver cisnes, patos y más aves. Hyde Park es el lugar preferido de los londinenses cuando aparece algún rayo de sol. Aquí juegan al frisbee, al volley o simplemente se paran para leer o descansar. Justo al lado está Kensington Gardens, donde si buscamos bien encontramos una bonita estatua de Peter Pan.
• Go shopping
Con las fuerzas recuperadas, una opción es ir de compras por la interminable Oxford Street, donde está la gran Nike Store, varios Accesorize, Zara y un sinfín de tiendas más. Esta calle está repleta de gente que camina con una bolsa de Prymark de la mano. Y es que esta cadena inglesa se ha hecho un gran hueco en los compradores por la gran variedad y el bajo coste de sus prendas. De lo contrario, para los más sibaritas están los grandes almaneces Harrods, donde grandes marcas ocupan el edificio. También hay tiendas de gominolas, restaurantes y una juguetería en el último piso que divertirá tanto a pequeños como a mayores.
• Londres bohemia
Para conocer la parte más recóndita de Londres, es de cita obligada el mercadillo de los fines de semana de Portobello Road, donde podemos comprar desde antiguas cámaras fotográficas, broches y pendientes retro, sombreros, gafas RayBan de segunda mano, bolsos de cuero, posters y un largo etcétera. También hay puestos de comida ya que el mercadillo es grande y conviene pasarse unas cuantas horas para encontrar auténticas oportunidades. Otra característica es que en la calle hay varios grupos tocando en directo, y algunos de mucha calidad, como The Ryan O´Reilly Band.

Detalle de un músico en Portobello. Foto: Yaiza Martín
El mercado de Covent Garden y sus alrededores ofrecen un espacio agradable donde podemos ver los típicos puestos de carretilla y encontrar pequeñas tiendas para hacer regalos exquisitos. Así que no podemos olvidarnos de acudir a esta zona.
Y hasta aquí un pequeño resumen de todo lo que nos puede ofrecer una ciudad tan interesante, completa y cosmopolita como es Londres. Esperamos que este cuaderno de viaje os haya proporcionado la información necesaria para convenceros a hacer una escapada.
¡Un saludo y hasta la próxima!

Vista desde la TATE Modern. Foto: Yaiza Martín